Me permito un capricho

18/09

Aw, yo quiero que Ted y Robin sigan juntos. No sé por qué me gustan tanto los amores imposibles. Quizá me gusta la idea de un romance con dos protagonistas, ambos con carácter dominante pero contrario, porque la suma de dos valores grandes parecería dar un total mayor al común. Pero es extraño que me gusten esas situaciones, porque nunca terminan bien, y yo detesto los finales amargos. No puedo evitarlo: soy ingeniero. Siempre estaré buscando cómo llegar a un final feliz; qué habría que cambiar en el camino para mejorar el resultado. Yo nunca me rendiría. Claro que, quizá, así provocaría yo el desenlace amargo. Al final, el destino nunca está contento si no le das por su lado.

Dulces sueños, hermosa.

R!